martes, 14 de octubre de 2008

Viajes existenciales 1

Recién he escuchado una plática sobre el amor humano. Me ha dejado perplejo. No deja de sorprenderme que, sobre el amor, sé muy poco. Casi nada. He estudiado mucho en los libros al respecto, pero mi vivencia ha sido prácticamente nula. Durante la charla entiendo perfectamente las «fases» del amor humano y cómo debiera vivirse cada una de ellas, las dificultades que se atraviesan e, incluso, medio entiendo cómo funciona la psicología humana. Sin embargo, cuando escucho al público (varios de ellos viviendo su noviazgo, otros, casados y algunos en ese proceso de decisión), me siento inexperto porque no lo he vivido.

Ahora que lo medito, creo que no he avanzado mucho al respecto. Reafirmo la teoría, pero la “práctica”, ¿cuándo? Sólo me repito: “Algún día, m, algún día…”. No busco consuelo, comprensión o alivio. Me molesta sonar o parecer un "alma atormentada". (He de reconocer que a veces actúo así, pero, ese no es el caso).

Al igual que Benedetti, considero que el amor es cosa seria. El problema es que, cuando soy serio, suelo ser muy racional. Busco certezas, conocimientos que me den garantías, seguridad… aunque sé que el amor no es así. El amor ocurre entre dos sujetos libres y, por tanto, no se puede exigir. y, en la medida en que no se puede exigir, es difícil garantizar que alguien ame o quiera a alguien: ¿cómo saber si mi amada realmente me ama?, más aún, ¿cómo le garantizo a ella que realmente la amo? Lo más sensato sería responder: amándonos. Pero, ¿acaso esto no es una petición de principio?
Sigo siendo racional.

Quisiera pensar que la respuesta no es ni una petición de principio ni siquiera una paradoja. Amar es un verbo transitivo, dicen. Una acción que pasa y se transfiere de uno a otro. El amor, sobre todo, el amor de pareja, debe ser una acción recíproca.
Pero, podría preguntarse alguno, ¿por qué te preocupa tanto que alguien te demuestre su amor? El amor es desinteresado. Lo sé, incluso he llegado a decirlo abiertamente: no puedes amar esperando recibir algo a cambio. Pero creo que esta idea es romántica, pues ¿quién es tan ingenuo para entregarse todo él (ella), sin esperar nada a cambio? Somos humanos, necesitamos saber (estar seguros) que alguien nos ama. Necesitamos esa reciprocidad. Pero, ¿qué hacer si no existe? Nada. Lo mejor es retirarse. El proceso de aceptación es doloroso. A veces, demasiado.
(Ahora que lo releo, estoy un poco asqueado de tanto que aparece el verbo amar)

lunes, 6 de octubre de 2008

Tengo rodilla, no tengo rodilla

Je. En el blog no suelo hablar de lo que me pasa en mi vida personal, pero ésta es una ocasión especial. Al menos así lo considero. El viernes pasado me operaron de la rodilla. No quería. Tenía miedo. Con uno de mis amigos hacía bromas (quizá pesadas para algunos) como: pensar que me cortarían la pierna, que quedaría paralítico o que moriría. De hecho, ese mismo amigo ya estaba apartándose mi disco duro, pues ahí tengo respaldada toda mi música. Aunque a mí me preocupaba más el paradero de mi "breve" biblioteca.

La programación de la cirugía tuve que decidirla en dos minutos, el jueves antes de mi operación. Fue extraño. A todo el mundo le decía que quería operarme cuanto antes, que quizá el viernes o el lunes, pero, cuando la doctora me dijo que sólo bastaba mi aprobación para reservar el quirófano, sude frío. Quedé paralizado por un momento. Fue difícil. Fue un momento verdaderamente existencial, es decir, lo viví. Tuve conciencia de mi ser, de mi vida. Aceptar la cirugía implicaba una responsabilidad enorme. Es uno de esos momentos en los que realmente comprometes contigo mismo. (jeje, recuerden que soy algo exagerado)

Los exámenes pre-operatorios y la entrada al quirófano me esperaban. Todo iba normal hasta que me pusieron el oxígeno. En ese momento sentí realmente que sería operado. De fondo escuchaba "duranguense" y después "salsa". Luego, uno por uno entró el sequito de doctores que me intervendrían.

Lo que más recordaré es cómo mi pierna quedó prácticamente inerte. Fue sorprendente ver que los doctores la manipulaban y yo no sentía nada. ¿Aristóteles diría que mi alma abandonó por dos horas mi pierna? ¿A dónde fue? Si se fue, ¡¡¿por qué regresó?!! Si no se fue, ¿se durmió? Luego de todo esta serie de preguntas, me siento más tomista que aristotélico. (Damn!!)

En fin... hasta aquí dejo este asunto...


Ah, eso sí, que dolorosas son las inyecciones que me recetaron...

lunes, 1 de septiembre de 2008

De por qué me enoja la pregunta ¿Cómo te ves en 10 años?

Desde hace algunos meses (por algunas circunstancias laborales), la pregunta por mi futuro me ha empezado a fastidar. No sé si es porque experimento la sensación de pesadumbre y monotonía (porque vivo al día) o porque no tengo una idea esbozada, al menos, de mi futuro. Lo más seguro es esto último.
Es más, quisiera saber si las personas que me hacen esa pregunta tienen claro qué responder ante ella. Seguramente varios tienen varios esbozos de qué hacer con su futuro, pero creo que todas esas ideas son sólo ensayos de buenas intenciones. Es más, ¿sirve de algo "verse en 10 años"? Muchos me dirán que sí, que sin un plan, es difícil avanzar, progresar o actuar. No lo dudo, es más, comparto esa misma idea. Tengo un plan, he puesto los medios para avanzar y "concretarlo", pero también es cierto que no vivimos solos y esos planes dependen de otras voluntades y de algunos caprichos del destino. Hay veces que tienes un plan y éste puede venirse abajo, porque alguno de tus padres se enfermó, porque hubo recorte de personal, porque te ofrecieron un mejor trabajo en otro país, etc.
Alguna vez platicando este asunto con un amigo, me decía que la pregunta es formulada con una intención distinta. Quién te plantea esa pregunta -me dijo- quiere saber si eres una persona que suele planear las cosas, que si estás compretido con algo o si te preocupa tener algún itinerario y que el contenido, suele importar poco. Si esto es cierto, ¿por qué no te preguntan otra cosa?

jueves, 28 de agosto de 2008

Esbozo de una filosofía del fútbol

Por: David González Ginocchio y Miguel A. Marcos G.
*Este texto fue leído por su servidor en un Coloquio de filosofía organizado por la facultad, mientras mi colega, Gino, recibía un premio literario.
"Todo lo que he aprendido de moral, lo he aprendido en un campo de fútbol"
Albert Camus


Introducción

Somos los últimos y no somos serios. Dejemos los academicismos y recordemos que esto es sólo un esbozo. Vamos a hablar aquí de filosofía y de fútbol. Vamos, en concreto, a analizar si cabe considerar al fútbol desde el punto de vista filosófico. En un primer momento veremos si esto es posible. Después, ahondaremos un poco en qué tipo de conocimiento cabe hacerse sobre el fútbol. Y de esto examinaremos dos cosas: 1) Si cabe considerar al fútbol como ciencia (esto es, como filosofía segunda) y 2) si cabe considerar al fútbol como arte. Descartamos de antemano la consideración del fútbol como un conocimiento sensible —cosa que parece que no es— y como un conocimiento de los principios últimos de la realidad en sentido propio.
Quizá hayan escuchado algunos la definición "manualística" de filosofía: cognitio rerum omnium per alttisimas causas sola rationes luminem comparata. Basándonos en esta definición, podemos afirmar que, si en efecto la filosofía busca -pretende, es una modesta palabra que suele usarse- conocer todas las casas, y el fútbol es una cosa, entonces la filosofía pretende también conocer el fútbol.
Si que ha sido usual, en la historia de la filosofía, reducir el ámbito, el conjunto de objetos susceptibles de una consideraci6n filosófica. Para algunos, la filosofía no ha sido más que un montón de palabras vanas, sin sentido. Sólo la ciencia puede hablar sobre la realidad.
Quizá algunos, después, se dieron cuenta de que sin una teoría filosófica de la ciencia, la misma ciencia no tendría sentido. Por lo demás, si sólo la ciencia puede hablar sobre la realidad, y el fútbol resultara no ser una ciencia, del fútbol no podrían hablar sino los comentaristas. El conocimiento que tenemos en México del fútbol estaría limitado, en la práctica, a las sabias y aladas palabras de José Ramón Fernández y Enrique Bermúdez (y algunos pocos más).
Pues mi colega y yo estamos en franco desacuerdo: en verdad nos parece que si puede llegarse a una consideración más profunda.
Haciendo un examen bastante superficial, podemos advertir alga de la complejidad del asunto:

(1) Primero, en el fútbol no hay media, no hay punto medio. Al fútbol se le ama o se le odia. Quien dice que es indiferente, a nuestro juicio, es porque no lo conoce bien. En nuestra misma facultad, sin ir más lejos, tenemos ejemplos de ambas actitudes en algunos profesores.

(2) Segundo, el fútbol es un lugar común de la amistad. ¡Cuántas amistades no han surgido entrelazadas a él, como las enredaderas al árbol (el fútbol es el árbol que cobija buena sombra a quien se le arrima)! En él se comparten alegrías, que robustecen la amistad; tristezas y derrotas, que la ponen a prueba y la refuerzan; alcohol, que desinhibe las lenguas y las mentes...

(3) Y en tercer lugar —también en una consideración jerárquica— el fútbol es un punto clave en la economía mundial. Las transferencias de jugadores, las marcas, la publicidad... los grandes fútbolistas se cuentan entre los hombres mejor pagados del mundo.
Estos tres puntos son solo una muestra pequeña, si bien significativa, de la relevancia del fútbol. Se ve que, si alguien conoce bien al fútbol, no puede ser tan indiferente a él.

Se ha afirmado que ordenar es tarea propia del sabio. Nos atrevemos a extender esta afirmación: ordenar es tarea propia del aspirante a sabio, del amante de la sabiduría. Y ordenar implica dar a cada cosa el lugar que le corresponde. Nosotros partimos de una intuición, que hemos tratado de transmitirles, a saber, que al fútbol si que le corresponde un lugar en el ámbito del saber filosófico. Qué clase de saber sea ese y, por ende, cuál sea el lugar propio del fútbol es lo que procuramos investigar.

Ante todo, conviene decir que no todo saber es de la misma clase. Existe el saber propio de la opinión, el de los ancianos (al que aludimos en eso de «más sabe el diablo por viejo...»), el de los científicos, el de los artistas... En la Apología de Socrates, el Acusado, hijo de Sofronisco, nos relata una búsqueda de una sabiduría que él ha indagado, y cuál sea ella. Se lee en el trazo de la magistral pluma de Aristocles, en 20d: «...yo no he adquirido renombre por otra razón que por cierta sabiduría. ¿Qué sabiduría es esa? La que, tal vez, es propia del hombre; pues en realidad es probable que yo sea sabio respecto a esta.» Después, Sócrates hablará de la sabiduría que el hombre puede alcanzar, de la docta ignorancia... Vamos a revisar ahora esa búsqueda que Sócrates realiza, la búsqueda del filósofo. Sócrates en realidad quería refutar al oráculo; su intención es decirle (21c): «Este es más sabio que yo y tú decías que lo era yo.» Pero a nosotros no nos interesa ahora el fin de la búsqueda de Sócrates, sino la búsqueda misma.

¿En qué interesa la búsqueda? Si viene a cuento ahora, es porque en ella Sócrates nos muestra que no toda sabiduría es del mismo tipo. Vale decir, hay distintas clases de conocimientos, de gnosis. Sócrates distingue primero el conocimiento de los políticos —que es a quienes primero se dirige—; en rigor, de este político y muchos otros dice Sócrates que creía el mismo [que era sabio], pero que no lo era.

Después de hablarnos de que un arte es el de la política, y parece ser ésta el arte de gobemar —que, por cierto, para Platón parece ser una actividad eminentemente del filosofo—, Platón nos habla de otro tipo de conocimiento. Dejémoslo hablar (dice en 22b): «Tras los políticos me encamine a los poetas, los de tragedias, los de ditirambos y los demás, en la idea de que allí me encontraría manifiestamente mas ignorante que aquellos.» (Después, sin embargo, dirá Platón que «los poetas... no hacían por sabiduría lo que hacían, sino por ciertos dotes naturales y en estado de inspiración como los adivinos y los que recitan en los oráculos.» En el Ion, Platón reafirmará y abundará más en esta idea; pero nosotros no la compartimos, y sostenemos que la texne, la poiesis sí es un tipo de conocimiento.)
De un último tipo de saber, de conocimiento, nos habla Sócrates. Y éste es el saber obrar.
Dice Sócrates en 22c-d: «En último lugar, me encamine hacia los artesanos. Era consciente de que yo, por así decirlo, no sabía nada, en cambio estaba seguro de que encontraría a éstos con muchos y bellos conocimientos.» A juicio nuestro, tanto el saber de los poetas como el de los artesanos es un saber artístico, tejneico si se quiere. Hablaremos mas de esto poco más adelante.

Y si seguimos exprimiendo la Apología de Sócrates, esa obra maestra de la literatura, quizá podamos entresacar de las líneas algo de la sabiduría propia del filósofo. Quizá podamos descubrir, o al menos atisbar, cuál es la sabiduría propia del filosofo, que Sócrates parece personificar. Dejamos que hable una de las grandes cabezas de la historia de la filosofía, Platón: «Y parece que éste [el dios de Delfos] habla de Sócrates —se sirve de mi nombre poniéndome como ejemplo, como si dijera: “Es el más sabio el que, de entre vosotros, hombres, conoce, como Sócrates, que en verdad es digno de nada respecto a la sabiduría”.» Parece que puede otearse, barruntarse, alga del saber propio del filósofo. Pero hasta aquí Platón.

Aristóteles, en el primero de los libros de su proté philosophía, ahonda un poco más en estos mares. En Metafisica I, 1, habla del conocimiento sensible, la aisthesis: del conocimiento por experiencia, la empeiria; del conocimiento del artista, texné; de la ciencia, epistéme; y la sofía.

¿Qué clase de conocimiento es el fútbol? ¿Es un conocimiento sensible? No parece serlo. ¿Es un conocimiento de experiencia? Sin duda la implica, como la implican el arte, la ciencia y la sabiduría. Porque «la ciencia y el arte llegan a los hombres a través de la experiencia. Pues la experiencia hizo el arte, como dijo Polo, y la inexperiencia el azar.» Esto se lee en la Metafisica I, 1. Pero el fútbol no parece ser un conocimiento meramente de experiencia, un conocimiento meramente empeirético.

Vamos a tratar de dar vueltas a estas ideas generales.

I. ¿Es ciencia el fútbol?

Ni de broma. No lo es. Quien así lo afirme, se equivoca rotundamente. Además, la onus probandi, la carga de la prueba, la tiene él. Para seguir con nuestra consideracion clásica hablemos algo de la filosofía de la ciencia en Aristóteles.

En opinión de Aristóteles, poseemos un conocimiento científico cuando conocemos de manera absoluta la causa par la que la cosa es lo que es, y al conocer que no es posible que sea de otra manera[1].(La definición de ciencia como conocimiento de las casas par sus causas es mas manualística que aristotélica.)

Se dan en las ciencias un genero-sujeto, unos principios a partir de los cuales se demuestra y lo demostrado. Estas demostraciones son, precisamente, lag afecciones del sujeto. «Si no hay algo demostrado (…) no hay ciencia demostrativa.»[2]

«Aristóteles sostuvo que el conocimiento científico, episteme, significa un avance más allá del conocimiento del puro hecho (to hóti) al conocimiento del “hecho razonado” (to dióti) (APo I.13 78a22-1.14 79a24, 1.33 89a15-22, 11.1 89b24-31) o la “razón por qué” (ta dia ti) más allá del hecho (II.2 90al-33, II.9 93b39)»[3].

En el conocimiento científico media la demostración como razonamiento científico; así, el conocimiento demostrativo se basa en casas primeras, verdaderas, inmediatas y más conocidas y causales respecto de la conclusión[4]. Esto es: partimos de lo más evidente para nosotros a lo menos evidente para nosotros, que es, par contraste, lo más evidente por naturaleza. Las demostraciones serán tales «cuando versen sabre las cosas que se dan en sí en el genera tratado»[5].

Ahora bien, en el fútbol, parece verse claro el genero-sujeto: el juego. Los principios también parecen ser evidentes: las reglas. Lo que no está tan claro es que en el fútbol se quiera demostrar algo, o conocer par causas, sabiendo que se conocen las causas en cuanto tales. En otras palabras: ¿qué rayos estudia un científico del fútbol? Es una pretensión interesante, pero no puede dársele al fútbol un carácter de ciencia. Mucho se ha concedido ya, y ahora es posible encontrarse con un elenco interminable de ciencias: la numismática, la mineralogía, la minería, la forestalogía, la criminología, la administración, el estudio del cine (que ha terminado en premios con estatuillas). Basta ya. El que un conocimiento no sea científico no implica que sea inútil.

Si quisiera, aún así, arriesgarse alguien a hablar de fútbol como ciencia, tendría que hacerlo por media de analogías. Esto es, tendría que analogar el tratamiento que dé al fútbol con el que corresponde a una ciencia. Por lo demás, nosotros le hemos hecho ya una advertencia. No nos hacemos responsables par los efectos de semejante intento.

Lo que importa en el fútbol es ganar, la competencia, la camaraderia... y el gol. (Y, por supuesto, el Mundial.) Pero en realidad, lo único que importa al comentarista, al jugador, al espectador, etc., es que el partido sea "grande". Que se juegue bien. Por ello el fútbol es arte.

Ahora mismo aclaramos esto.

II. El fútbol como arte


Obvia decirlo. Ni Aristóteles ni Platón ni Sócrates —ni ningún clásico griego— habla del fútbol. Aquí nos separamos, pues, un poco de ellos.

Aristóteles tenía la profunda convicción de que el ser y la verdad pueden ser buscados y alcanzados desde caminos muy distintos. Por esto mi colega y yo, nos hemos enfrascado en tratar de alcanzar una nueva verdad: el fútbol es un arte.

Podemos decir en general, que el hombre en la antigüedad cuando tenía satisfechas sus necesidades primarias, tenía tiempo libre, tiempo que utilizaba para filosofar, y ejemplo vivo de ello es Aristóteles, que tenía miles de esclavos (recibidos de su discípulo Alejandro Magno) y que, por tanto, no necesitaba preocuparse por saber qué comería, sino por él tó on y la proté philosophia. Actualmente, existen personas con tiempo libre: unos lo siguen utilizando para filosofar, otros para jugar fútbol y, otro más, para hablar de él.

Me parece que en nuestro caso, no perdemos el tiempo, pues lo que hacemos es hacer filosofía del fútbol, y el mismo Aristóteles justifica lo que estamos haciendo, porque, en general, para el estagirita el filosofar consiste en una reflexión sobre la operación por la cuál las cosas llegan a ser. Y dentro de las cosas que llegan a ser unas lo son por naturaleza, y otras por arte, y aquí es donde colocamos al fútbol.

Ahora bien, hay que decir que nosotros estamos entendiendo arte en el sentido griego, como texne, como un saber hacer, no un mero hacer sino un saber hacer bien. Y la texne se nos presenta como una actividad profundamente humana, puesto que involucra todas las potencialidades de cada hombre, y como la tecxne procede de la radicalidad del ser humano, necesariamente se ha de manifestar corpóreamente, y en algo concreto y particular, es decir originando un nuevo ente.

En el fútbol nos damos cuenta de que esto ocurre del mismo modo, pues quien produce este nuevo ergon: el fútbol, es el hombre, y lo manifiesta corpóreamente, desde el remate del delantero hasta el lance del portero, y en algo concreto y particular, el balón de fútbol.

Y dado el carácter de la razón poiética, podemos decir que el fútbol es inagotable e infinito en cuanto al modo de producirse, por ello podemos ver un juego espectacular como el brasileño, o un juego estratégico como el catenatio italiano, o un juego rústico y precario, aunque lleno de sabor e ilusiones, como el mexicano.

Y como en cada actividad humana lo imperante es la causa final. El fin que persigue el ser humano al jugar fútbol no es simplemente anotar goles. Nos parece que, dado el planteamiento aristotélico de que la forma vital es el principio último de los seres vivientes, (por ella vivimos, sentimos y razonamos) ella es el fin de nuestras operaciones, pero es un fin que no se expresa de manera inmediata como posesión o término porque no somos seres acabados.
De este modo, el alma es fin, pero se manifiesta como actividad de aquello que nos conduce al propio perfeccionamiento, y como el fin de todo ser vivo es la actividad; el fin en la vida de los seres naturales es el mismo ejercicio de aquello que los especifica; y dado que el fin es lo que unifica cada uno de los movimientos y operaciones, el fin de la vida consistirá en determinar la actividad y mantenerse en ella, y si lo especifico del ser humano es la racionalidad, entonces el fin ultimo de cada una de las operaciones y movimientos que a este competen será manifestar la vida por la racionalidad.

El fútbol como artificio es algo exclusivo y propio del ser humano y, por ende, resultado de la libertad, y en tanto que es libre, perfecciona el hacer humano. Por tal razón el fin del fútbol, y del arte en general, no puede reducirse a ser un mensaje, un placer o una mercancía (aunque de hecho este se esté dando), sino en algo extrínseco a la actividad: manifestar el ser. En este sentido el arte, y por tanto el fútbol, pues lo consideramos así, adquiere un estatuto metafísico.

Después de dar un argumento más a favor de que se puede hacer filosofía del fútbol, y bajo que perspectiva, pasaremos a analizar por qué podemos llamar al fútbol un arte. El fútbol puede ser considerado un arte, en el sentido griego, puesto que no se trata de patear un balón y anotar goles solamente, sino de patear una pelota bien, pues no es lo mismo hacer un despeje de meta que cobrar un tiro penal, pues si uno quisiera patear el balón como si se hiciera un despeje de meta al cobrar un tiro penal, seguramente éste se fallaría (me vienen a la memoria los tiros penales del mundial de USA '94).

Sin embargo, el fútbol no puede reducirse a la técnica que se tiene para golpear un balón, el fútbol va más allá, y me refiero en concreto al estilo de juego que manejan los equipos. Se menciona que hay equipos que juegan espectacularmente, otros que juegan practico, otros que juegan al contragolpe, etc. Pero, no nos detendremos en discutir que tipo de juego es mejor o cual es peor, pues sólo podemos decir que si ese estilo de juego permite manifestar la vida racionalmente, entonces es un arte, pues no hay que olvidar que el fútbol no puede consistir en un mero placer, y por tanto, estar en desacuerdo con estilo de juego porque no nos gusta es una posición valida, pues esta es una opini6n, y por ello subjetiva.

La doctora Virginia Aspe Armella en su libro El concepto de técnica, arte y producción en la filosofía de Aristóteles, menciona que el estagirita tienen un pasaje donde dice que la cocina es la primera de las artes, y el estagirita dice esto argumentando que, conforme se satisfacen las necesidades primarias y poco a poco se va estableciendo una abstracción sobre el alimento, la cocina se vuelve una manifestaci6n estética: apariencia, sabor y artificio. Ahora que, si esto lo trasladamos al fútbol, podemos notar que puede hacerse una nalogía, con la salvedad de que no sabríamos si es la segunda, o la última de las artes.

La analogía puede hacerse en el sentido de que así como se van satisfaciendo las necesidades primarias en el fútbol, que serían aprehender a patear el balón, el trabajo en conjunto, conocer las reglas, etc., puede empezarse una abstracción del juego mismo, hasta convertirlo en una manifestación estética, como es el control del partido, el modo de defender y de atacar, el modo en que se tiene que marcar...

Pero creemos que dentro del mismo juego se muestra artes particulares, y estos se manifiestan en cada una de las jugadas que realizan los jugadores, en particular las jugadas en que el cuerpo adopta posiciones que sólo algunos pueden realizar y que resultan novedosas, como la conocida "chilena", la "palomita", el "túnel", y los distintos lances que tiene un portero. Éstos movimientos no son sino la manifestaci6n de la vida, y que en tanto ejercicio de la libertad humana, manifiestan a su vez, la racionalidad humana, pues no los hacen por instinto, sino porque lo han pensado así.

No se ha querido, ni se ha podido agotar un estudio sobre la filosofía del fútbol, pero baste por el momento con lo que hemos dicho para que otros hablen.

[1] Cfr. Bk 71b 9-12 Estamos en Analitica Hýstera
[2] Morán, Jorge: Algunas consideraciones sobre el génos-hypokéimenon., p. 7
[3] Byrne, Patrick: Analysis and Science in Aristotle. Albany, N.Y: State University of New York Press, 1997, p. 81. La traducción es nuestra.
[4] Cfr. Bk. 71b 21-23
[5] Morán, Jorge: Op. Cit., p. 6

CONSTITUCIÓN DE UNA GRAN COMUNIDAD NO UTÓPICA

Esta Constitución, fue realizada durante el seminario de Heidegger, con la colaboración de Silvia Ayala, Mariana Romero, Julián Zárate y Guillermo Núñez. Seguramente me faltará alguien. Se aceptan reclamaciones a este respecto.


Artículo primero: Los artículos no serán determinados artículos ni de ninguna otra forma; se enumerarán sin jerarquía ni valor a no ser indicado de otra manera.

2. Todos los días serán festivos
3. El lenguaje nacional será el corporal
3. Ley de transparencia
4. Habrá novatada para el miembro más nuevo
5. Los detectives salvajes será un lectura obligada
6. La mayoría de edad será determinada por el pelo axilar
7. Himno nacional a ser compuesto por Pearl Jam
8. No al celibato voluntario
9. No al vegetarianismo
10. La economía interior será a base de granos de cacao
11. Gobierno intermitente
12. Leyenda nacional: Leyenda del escudero; Comandante Pas; Chucho, el hombre del campo; Jefe espiritual: Llano; El Coco; Leyenda moralizante: el oso leproso.
13. Al despedirse, la gente deberá darse una nalgada y decir: "¡Qué no te haga daño Bolaño!"
14. Toda literatura es verdad
15. Se deberá crear una historia alrededor de un personaje que se llame "El moco seco"
16. Bebida nacional: Llamarada Moe
17. Los Simpsons como cánon occidental
18. Mínimo de dos días de carnaval al mes
19. Escupideras y vomiteras en cada esquina
20. Ana, la colombiana, como Reyna y santa Madre de éstas tierras.
21. Culto a la chica de la cafetería (belleza y frivolidad)
22. Habrá un pastelero
23. Habrá un ejército de samuráis comandado por Pasa, el honesto. (N. T. Ver el original)
24. El presidente se transportará en un trineo jalado por perros chihuahueños
25. El tamaño NO IMPORTA
26. El Gel es ilegal. No así el desodorante o el rastrillo
27. Al término de cada año se venerará al hombre con la barba más larga, quien tendrá derecho a un esclavo
28. 40% del producto bruto anual será destinado al libros y películas
29. El que no pueda ir al baño sólo será deportado
30. La imagen no imperará sino en algunos casos
31. Están prohibidas las dietas. Excepto la del Fraile Pucho
32. Los problemas de pareja serán resueltos ante un consejo de ancianos
33. El día de género habrá distintas festividades (las mujeres lucharán en lodo y los hombres harán algo todavía a definirse, pero que, ultimadamente, será agradable para las mujeres)
33. Se constuirá una nueva alianza entre perros, hombres y pingüinos.
34. El nombre del país se rentará al mejor postor cada años (Cocacolandia)
35. No habrá machismo. No habrá feminismo. Habrá un consejo de ancianos presidido por el Dr. Llano y el Dr. Núñez. Durante estas sesioens habrá caramelos y limonada.
36. Los texanos serán enemigo natural, excepto aquellos que sean gordos y se llamen Fernando Palma.
37. La Guerra del Golfo no ha tenido lugar.
38. En los cultos religiosos no podrán intervenir más de cuatro personas a menos que se trate de un objeto inanimado.
39. Las mujeres embarazadas serán puestas en cuarentena, por su bien.
40. No se tolerará el racismo.

Garantías individuales.

Habrá un día de Bob Esponja
Todos somos diferentes pero nadie es imprescindible
Las enfermedades hepáticas seránc onsideradas signo de virtud
Ninguna peluca podrá ser usada al menos que lleve más de dos colores
La educación será pública, gratuita y al aire libre
A los 30 años se hará un exámen de conocimientos básicos y el que no lo pase será deportado
Se evitará enseñar cualquier función que pueda ser realizada por máquinas
El trabajo no es una virtud, sino un mal necesario

Obligaciones:

Todos deben trabajar al menos 24 horas a la semana (más de 30 es delito)
Ganar el premino Nobel es causante de deportación
Todos deberán peregrinar a Ibiza al menos una vez en su vida
Su instituirá el día anual de abdominales (20) al año con carácter obligatorio

Penas:

Se tipifican delitos en graves y no tan graves: los graves serán castigados con deportación o vasallaje; los no tan graves con humillación pública y fiesta para restituir la paz
La embriaguez extrema es un alegato indudable de inocencia
Las drogas serán permitidas sólo para uso terapéutico.

Extras:

Carlos Fuentes es el diablo
El primer presidente será Piu
Cargos públicos con mayor autoridad estarán abocados a la administración del tiempo libre. Serán de elección popular e intercambiables. Los cargos públicos aburridos serán asignados a los vasallos.
No habrá identificaciones oficiales
El capital será obtenido de la explotación del turista
No habrá relojes ni teléfonos celulares
Octavio Paz es otro diablo
Isabel Allende no existe
Los libros de lógica son, en principio, sospechosos
La crítica de arte es un delito grave
Los libros de superación personal son traición a la patria. El que los lea recibirá humillación pública y destrucción de su autoestima. El que los escriba será colgado en una jaula en la plaza central para su posterior deportación
Los Constituyentes serán venerados por siempre
Los Constittuyentes se reservan el derecho de crear mitos y profecías
Para nacionalizarse, el extranjero deberá dar en dote toda su fortuna y un puñado de hombres o mujeres guapas
El nombre fundacional de la comunidad es: "El espacio de lo posible"
La administración pública estará a cargo de computadoras
La comida del comandante será racionada por los Constituyentes
La auténtica comprensión contemplativa y la circunspección solícita se interpretarán como modalidades específicas en que se realizará el nous.
Está prohibido hablar de pólítica si no se es el presidente, el general Pas o una máquina.
Zapata: "Tierra y libertad, tierra para sembrarla, libertad para formarla"
en 100 años dominaremos el mundo. Kurt Cobain no está muerto. Pepe el Toro es inocente. Volveremos y seremos millones. El 6 de mayo no se olvida. Los simios escribirán una gran obra. Ezequiel dirigirá las fuerzas del inframundo.

De regreso

Hola, amigos... Sé que casi no posteo... pero ese hábito tendré que adquirirlo pronto, pues deseo que, con sus comentarios, me devoren...

En esta ocasión daré paso a una serie de escritos que realicé mientras "hacíamos" que estudiábamos en la facultad.

martes, 11 de marzo de 2008

Anime

Como varios saben, soy fanático del anime. En las caricaturas japonesas he encontrado varias "enseñanzas" o, al menos, muchas frases que me han puesto a pensar. Espero que a ustedes también...

PD. La lista, con el tiempo, se hará extensa...


"There probably isn't any meaning in life. Perhaps you can find something interesting to do while you are alive. Just like how you found that flower. Just like how I found you. Let us see the truth of this world."
Orochimaru. Naruto.


"If your friends are really important to you, before you think about running away, consider becoming grater for the sake of your friends! That's what it means to be a real friend!".
Shikaku. Naruto


"Are you afraid of being hurt?"
Temari. Naruto


"¿Alguna vez mi existencia fue necesaria para alguien?
Gaara. Naruto


"Giving up is what kills people. When you refuse to give up, you transcend your humanity".
Alucard. Hellsing


"When your heart is in chaos, the sky becomes clouded"
Zangetsu. Bleach


“Stand up. Face forward. Hesitate and you will die. Retreat and you will age.”
Zangetsu. Bleach


"The only things that felt real to me were fight and pain"
Ikkaku. Bleach


"If you like fighting, then quit bitching about not being killed! Don't just accept defeat and beg for death! Accept it after you're dead! If you lose without dying, it means luck was on your side. When that happens, focus on surviving. Survive and kill the person who couldn't kill you."
Zaraki Kempachi. Bleach


"It's impossible for you to use light in order to get rid off all the shadows! There will always be shadows wherever there is light"
Zaraki Kempachi. Bleach


"Why does someone like you have so much power when you don't even have a grater goal?! Why do you have so much power instead of my captain who gave everything for the sake of justice?!"
Maki Ichinose . Bleach


"What's with these "grater goals"?! Are they really your goals? Didn't someone just dump them on you?(...)
Loyalty to someone is different from depending upon them. It isn't interesting fighting against someone who doesn't have his own goals"
Zaraki Kempachi. Bleach


"I have no intention of becoming a Captain. If I was a Captain, I couldn't fight under Captain Zaraki orders anymore. I have just one desire: I want to die fighting under his command. That's all."
Madarame Ikkaku. Bleach

lunes, 18 de febrero de 2008

Liderazgo, no me importa

Trabajo en una escuela de negocios. En esta institución se habla de temas empresariales y a mí desde siempre me ha llamado la atención uno en especial: el liderazgo. Ha habido una tendencia en los últimos años para hacerle creer a los empresarios que es una obligación convertirse en una imagen a seguir para su gente. Sin embargo, creo que ese intento bienintencionado resulta perjudicial a la larga. Ahora todas las personas tienen como finalidad ser un líder. Ideas como proactividad y autoridad son términos de uso corriente.
Hace unos años Gabriel Zaid en Letras Libres hacía una apología de los losers. No era una defensa inútil o absurda. Al igual que Zaid, me pregunto por qué le hacen creer a la gente que es una necesidad convertirse en un winner, un líder, alguien "importante". ¿Qué pasa con los subordinados que son igual de importantes que un CEO para una generar ganancias en una compañía?, ¿con los camarógrafos y cableros que son decisivos para la realización de una cinta cinematográfica y su gloria se limita a aparecer en los créditos de la película?
A mí no me interesa ser un líder, no está en mi sangre. Prefiero ser el hombre de confianza, el hombre leal que sigue a un hombre con ideales reales y verdaderos. De esos hay muy pocos. No me preocupa ni me emociona estar en los reflectores. Mi perfil, en ese sentido, es bajo. Quizá, en eso me parezca a mi signo zodiacal chino: el perro, porque soy celoso de mi amo, soy fiel aunque en ello se me vaya la vida (al menos quisiera que así fuera). Deseo más ser una persona confiable para los demás, alguien a quien pedir consejo u oído para escuchar. Sólo eso. Para eso no requiero de la fama. Basta la amistad y, a veces, tan sólo el compañerismo.

miércoles, 2 de enero de 2008

Sobre mi gusto por los puntos suspensivos...

La sensación que experimento al utilizar los puntos suspensivos es inigualable... En mis conversaciones por el mensajero uso y, quizá, abuso de ellos. Pero, por ahí se dice: "Al buen entendedor, pocas palabras." Wittgenstein decía que de lo que no puede hablarse es mejor callar. Yo estoy de acuerdo con él. Incluso, creo que soy más radical. A veces creo que, dada la limitación de nuestro lenguaje para expresar lo que sentimos, pensamos y queremos decir, valdría la pena dejar de escribir y limitarnos a actuar. La acción es menos ambigua que la palabra.
No soy un parlanchín, tampoco un antisocial, pero sí un hombre de muchos silencios, y éstos sólo he podido expresarlos en mis escritos mediante los puntos suspensivos. Ahora que lo pienso, creo que una clara prueba de que soy un hombre de silencios es mi ausencia de este blog por más de seis meses.

Por fin...

"Otra vez lo estoy haciendo. No estoy siendo honesto conmigo. Otra vez estoy cerrándome a una posibilidad. Pareciera que mis mecanismos de defensa me dominan. Castrar mis sentimientos y mis emociones. He optado, una vez más, por la máscara. Soy una marioneta que se muestra feliz y afable a los demás, pero por dentro estoy fracturado. No quiero compasión o quizá sí, pero no de mis amigos. A ellos los tengo siempre. Busco otra cosa... la compañía de una mujer. En este momento me duele que ella no sepa que la quiero, que me gusta y que deseo iniciar una relación con ella."
El párrafo anterior era parte de texto que había decidido titular Honestidad y que comencé a escribir hace unos meses. En las líneas de arriba hacía manifiesto que no estaba siendo honesto conmigo. Afortunadamente, ha cambiado un poco la historia. Aunque me siento tranquilo porque he dejado de engañarme y porque le he dicho a Ella lo que siento, parece que el resultado es el mismo: sigo solo.

Parece que regreso...

Tengo más de seis meses sin escribir, más de tres, sin leer un buen libro y poco más de dos, sin ver anime. Me he alejado de todo lo que me gustaba. Desconozco la razón. Algunos dirán que he entrado en alguna depresión; otros, que he cambiado de intereses y, los menos, que me he vuelto más social. La verdad es que no lo sé. No sé que ha pasado conmigo estos últimos meses. Tengo la sensación de que he desperdiciado el tiempo, que he hecho muchas cosas, pero ninguna digna de mención. Quizá por ello, he dejado de escribir en el blog. Me siento un poco vacío.