Recién he escuchado una plática sobre el amor humano. Me ha dejado perplejo. No deja de sorprenderme que, sobre el amor, sé muy poco. Casi nada. He estudiado mucho en los libros al respecto, pero mi vivencia ha sido prácticamente nula. Durante la charla entiendo perfectamente las «fases» del amor humano y cómo debiera vivirse cada una de ellas, las dificultades que se atraviesan e, incluso, medio entiendo cómo funciona la psicología humana. Sin embargo, cuando escucho al público (varios de ellos viviendo su noviazgo, otros, casados y algunos en ese proceso de decisión), me siento inexperto porque no lo he vivido.
Ahora que lo medito, creo que no he avanzado mucho al respecto. Reafirmo la teoría, pero la “práctica”, ¿cuándo? Sólo me repito: “Algún día, m, algún día…”. No busco consuelo, comprensión o alivio. Me molesta sonar o parecer un "alma atormentada". (He de reconocer que a veces actúo así, pero, ese no es el caso).
Al igual que Benedetti, considero que el amor es cosa seria. El problema es que, cuando soy serio, suelo ser muy racional. Busco certezas, conocimientos que me den garantías, seguridad… aunque sé que el amor no es así. El amor ocurre entre dos sujetos libres y, por tanto, no se puede exigir. y, en la medida en que no se puede exigir, es difícil garantizar que alguien ame o quiera a alguien: ¿cómo saber si mi amada realmente me ama?, más aún, ¿cómo le garantizo a ella que realmente la amo? Lo más sensato sería responder: amándonos. Pero, ¿acaso esto no es una petición de principio?
Sigo siendo racional.
Quisiera pensar que la respuesta no es ni una petición de principio ni siquiera una paradoja. Amar es un verbo transitivo, dicen. Una acción que pasa y se transfiere de uno a otro. El amor, sobre todo, el amor de pareja, debe ser una acción recíproca.
Pero, podría preguntarse alguno, ¿por qué te preocupa tanto que alguien te demuestre su amor? El amor es desinteresado. Lo sé, incluso he llegado a decirlo abiertamente: no puedes amar esperando recibir algo a cambio. Pero creo que esta idea es romántica, pues ¿quién es tan ingenuo para entregarse todo él (ella), sin esperar nada a cambio? Somos humanos, necesitamos saber (estar seguros) que alguien nos ama. Necesitamos esa reciprocidad. Pero, ¿qué hacer si no existe? Nada. Lo mejor es retirarse. El proceso de aceptación es doloroso. A veces, demasiado.
(Ahora que lo releo, estoy un poco asqueado de tanto que aparece el verbo amar)