miércoles, 13 de junio de 2007

Mi viaje en la Willys

Hace unos días visité a un amigo y al cual no he podido ayudar con un trabajo. Lamentablemente, en aquella ocasión tampoco pude darle buenas noticias. Espero, en verdad, terminarlo pronto. Este amigo, al igual que yo, está a dieta. Sin embargo, ese día le valió y decidió ir al Oxxo a comprar gusguerías. El me invitó y yo accedí con gusto. Me dijo que iríamos en la Willys. Yo me sorprendí, porque no sabía qué era eso. Cuando bajamos al estacionamiento descubrí esto:

La Willys era una camioneta Jeep de los cincuenta!!! (Mis amigos saben que uno de mis sueños es comprar una Jeep y viajar con ella por la República Mexicana). Mi sorpresa aumentó cuando vi que esta joya automotriz tenía doble tracción y que era necesario utilizarla para salir del estacionamiento. El interior era amplísimo. Por si fuera poco me sentí de lo más seguro, su estructura completamente metálica, te invitaba a ponerte al tú por tú con cualquier microbusero.

He de presumir, además, que el viaje más largo que ha hecho la Willys desde que fue arreglada fue el mío. Espero poder volver a subirme en esta camioneta y, por qué no, también conducirla.

4 comentarios:

Roberto Rivadeneyra dijo...

Qué gran experiencia!!! Seguro que no sólo se repetirá la ocasión, sino que pronto tendrás tu propio jeep.

Guillermo Núñez dijo...

¡Amigo! ¡Descubro con alegría este blog! Te leeré con atención. Abrazos.

Guillermo Núñez dijo...

He leído un poco más con mucha alegría.
Primero: deja de decir que no eres un buen escritor. Es bueno dudar de uno mismo, de nuestras cualidades, pero sólo si es algo que nos decimos a nosotros mismos para tenerlo en mente. Escribes y eso ya es bastante.
Segundo: ya me decidí a leer a Baricco.
Te cuidas.

Rodricus dijo...

"Gusguería" es un término que probablemente nunca antes había leído. Y yo que sólo lo había escuchado antes... gracias, errabundo.